Quiero ser como Barney Stinson

Aprendiendo a ser alucinante

Antes de empezar a contaros ninguna otra cosa, mencionaré a los gurús del olimpo de la seducción. Si, esos tíos que abundan por la red gritando a los cuatro vientos. ¡Yo tengo la verdad! ¡Se que es lo que tenéis que hacer para tiraros a todas las tías que queráis! ¡Si me seguís vais a follar sin conocimiento!

Pues no, no la tienen. Por desgracia para vosotros yo tampoco la tengo (no os diré nada asegurándolo al 100%, solo os voy a contar mi experiencia, nada más). Y es que al margen de las más o menos ideas acertadas que sueltan de vez en cuando (algunos nombrare que si son a tener en cuenta, bajo mi punto de vista, claro), son solo ideas. Ideas muchas veces además no compatibles o intransferibles entre tíos. Lo que viene a decir que lo que te vale a ti, no tiene porque valerme a mi.

El primero que conocí fue el muy televisado Mario Luna y por el empiezo. Tuvo bastantes apariciones en los medios a raíz del libro que escribió las cuales podéis encontrar sin ningún problema escribiendo su nombre en Youtube. En este video por ejemplo saca a relucir sus claro-oscuros. Si bien el nos cuenta cosas verdaderamente acertadas, también dice gilipolleces como casas de dos plantas, con garaje y trastero.



Podéis encontrar el segundo fácilmente, y seguir disfrutando de los cortes que le suelta Dani Mateo. También os aconsejo que os hagáis con su libro, por los medios que podáis. Esta claro que me la pela si lo bajáis por emule, donde se que esta (“guiño, guiño”), porque os vendrá bien como punto de partida si queréis seguirme el rollo o emprender vuestra propio “viaje” personal.

Así que resumiendo, es bueno informarse, pero también es bueno, tener algo de cabeza. En el camino hacia fabulosidad completa, habrá muchas cosas que os intentaran cegar y desviar, pero recordad que dentro de vosotros hay algo que nadie más tiene. Ya sabéis a lo que me refiero. Si no lo sabéis, es que tampoco sabia como terminar la frase, vale.

Recordad que moláis, y sacad al pequeño Barney que tenéis en vuestro interior.

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